Una vez que comenzamos a valorar nuestro ciclo menstrual como parte de nuestro sistema de guía interior, comenzamos a sanar tanto en el aspecto hormonal como en el emocional.
No cabe duda de que antes de la menstruación muchas mujeres se sienten más introvertidas y más conectadas con su dolor personal y el dolor del mundo. Muchas están también más conectadas con su creatividad y tienen sus mejores ideas antes de la menstruación.
Durante la fase premenstrual necesitamos tiempo para estar solas, para descansar y para alejarnos de nuestros deberes diarios, pero tomarse ese tiempo es una idea y una práctica nuevas para muchas mujeres.
El síndrome premenstrual es una consecuencia de no respetar nuestra necesidad de subir y bajar como las mareas. A esta sociedad le gusta la acción, de modo que con frecuencia no respetamos nuestra necesidad de descansar y reponernos.
El ciclo menstrual está para enseñarnos la necesidad de inspiración y espiración en los procesos de la vida. Cuando nos estamos acercando a la menstruación y nos sentimos frágiles, necesitamos descansar y cuidarnos durante uno o dos días.
En la asamblea lunar de los aborígenes norteamericanos, las mujeres que estaban menstruando se reunían para renovarse y soñar juntas, y de ahí salían inspiradas y también inspiradoras para los demás.
Creo que la mayoría de los casos de síndrome premenstrual desaparecerían si todas las mujeres modernas abandonaran sus deberes durante tres o cuatro días cada mes y otra persona les llevara la comida.
Texto extraído del libro “Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer” de Christiane Northrup.
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